El calor cada vez más extremo, las lluvias torrenciales y los elevados niveles de humedad han creado el escenario perfecto para que insectos y roedores se multipliquen . Cucarachas, mosquitos, chinches y ratas, entre otros, han dejado de ser problemas aislados para convertirse en una presencia habitual en muchas ciudades españolas, especialmente en la época estival. Y lo que antes era una molestia puntual, hoy se percibe como un verdadero problema de salud pública .
El sector del control de plagas lo tiene claro: cada año hay más trabajo, pero menos manos para hacerlo . Las empresas especializadas denuncian una preocupante escasez de técnicos formados, lo que provoca que los tiempos de respuesta se alarguen y que, incluso en algunos casos, no sea posible atender toda la demanda.