La vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo fue homeneajada en su centenario. Bailó, cantó y les agradeció a todos los que la acompañaron.

Comenzó a sonar el vals y Rosa Roisinblit se levantó de su silla de ruedas para bailar en el escenario junto a su nieto restituido, Guillermo Rodolfo Pérez Roisinblit. Parecía un cumpleaños de quince, pero era uno de cien: había fotos de Rosa con sus familiares y amigos, una torta enorme con muchas velas, una mesa de regalos con tarjetas y flores, un video con saludos de personas que no pudieron estar y, luego de brindar, la homenajeada cantó un tango y bailó con sus invitados. Entre algunos de los presentes estaban los nietos recuperados: Manuel Gonçalves -que tuvo a su cargo la conducción del evento-, Horacio Pietragalla, Juan Cabandié, Ezequiel Ro

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