El entusiasmo inicial de muchas empresas por sustituir a sus empleados humanos con inteligencia artificial ha ido perdiendo fuerza ante las limitaciones evidentes de esta tecnología. Cada vez más organizaciones, tras experimentar con soluciones automatizadas, están optando por volver a contratar personal para corregir fallos graves y obtener el nivel de calidad que las máquinas no alcanzan.
Esta tendencia ha dado origen a una nueva categoría de trabajo precario: personas remuneradas por “arreglar” los errores que deja la IA en las tareas de arte, redacción y programación.
Los humanos, imprescindibles para corregir la producción de la IA
Según reveló NBC News en una serie de entrevistas a trabajadores independientes, hoy existe una creciente demanda de “reparadores” de contenido