En la frontera entre Colombia y Venezuela se encuentra uno de los escenarios más sorprendentes del país, ya que la llamada estrella fluvial del sur reúne la confluencia de los ríos Orinoco, Atabapo y Guaviare, creando un fenómeno de aguas que cambian de color y que fue descrito hace más de dos siglos por Alexander von Humboldt. Aunque en este lugar no existe señal de teléfono y el pueblo más cercano se ubica a cuarenta minutos, los visitantes quedan cautivados por su belleza natural, su aislamiento absoluto y su extraordinaria riqueza cultural , lo que lo convierte en uno de los destinos más especiales de la Amazonía colombiana.
Un trayecto exigente que transforma la experiencia de cada visitante
Para llegar a este sitio los viajeros deben desplazarse desde Inírida y navegar durante va