La pérdida de peso saludable varía según la edad, el sexo, la condición física y el estado de salud. En los niños, el objetivo no suele ser bajar kilos rápidamente, sino frenar el aumento excesivo y favorecer el crecimiento. Esto se logra mejorando los hábitos y la composición corporal, siempre con supervisión médica.
En mujeres adultas, una reducción segura y sostenida está entre 0,25 y 0,5 kg por semana, evitando dietas muy restrictivas que puedan comprometer nutrientes esenciales. En hombres adultos, por su mayor masa muscular y gasto energético, puede oscilar entre 0,5 y 1 kg por semana, priorizando siempre la pérdida de grasa y no de músculo.
Cuando el ritmo de pérdida es más rápido, suele deberse a la eliminación de agua y masa magra, lo que incrementa el riesgo de efecto rebote. M