En abril de 2019, Neil Hopper, quien como cirujano practicaba amputaciones a sus pacientes utilizó hielo seco para congelarse deliberadamente la parte inferior de las piernas. La acción le produjo daños irreversibles y derivó en un cuadro de sepsis. El pasado 4 de septiembre, fue condenado a 32 meses de cárcel por el tribunal de Tutro, en Cornualles, al suroeste de Inglaterra.
Hopper acudió entonces a un hospital, donde fue ingresado con síntomas graves, pero no informó a los médicos de lo que se había hecho, “sabiendo perfectamente lo que los médicos iban a buscar”, constató el juez James Adkin.
El 17 de mayo de 2019, tras varias evaluaciones, los especialistas decidieron amputarle ambas piernas por debajo de la rodilla.
Tras la intervención, Hopper presentó reclamaciones a varias aseg