Un supuesto hacker, conocido como InkaRoot, ha afirmado que tiene en la mira a la presidenta Dina Boluarte y a otros funcionarios a quienes considera corruptos. En una comunicación escrita con un medio local, InkaRoot, vinculado al grupo DeFace Perú, aseguró que la reciente filtración de datos sensibles de la Policía Nacional del Perú (PNP) es solo el comienzo de sus acciones.

La filtración, que incluye información sobre planes de seguridad para presidentes y seguimientos a periodistas, fue publicada en redes sociales bajo el nombre de DirinLeaks. InkaRoot declaró: "Me dedico al hacktivismo porque estoy cansado de la corrupción normalizada y de la indiferencia de la élite. Busco justicia, transparencia y un país más digno".

El hacker explicó que eligieron atacar la Dirección de Inteligencia (Dirin) de la PNP porque era una unidad clave que controlaba la vigilancia sobre periodistas y opositores. "Queríamos demostrar lo vulnerables que están nuestras instituciones frente a ataques cibernéticos", afirmó.

La PNP confirmó que su base de datos fue comprometida y ha iniciado una investigación. La División de Seguridad Digital de la Dirin alertó sobre una posible vulneración de sus servidores, lo que fue corroborado por publicaciones en la aplicación de mensajería Telegram.

InkaRoot también mencionó que la ciberseguridad del Estado peruano es débil y que existen vulnerabilidades que pueden ser explotadas por actores tanto nacionales como extranjeros. "Lo de DirinLeaks es solo un ejemplo de lo expuesto que está este país en el mundo digital", advirtió.

La información filtrada incluye detalles sobre la protección de la presidenta Boluarte y exmandatarios, así como datos personales de agentes de inteligencia y seguimientos a periodistas y políticos. La revelación de esta filtración se produjo un día después de que el Congreso aprobara interpelar al ministro del Interior por su aparente inacción ante la creciente inseguridad.

El grupo DeFace Perú anunció el cierre de la operación DirinLeaks, asegurando que no divulgarán documentos "ultrasecretos" por responsabilidad ética. En un comunicado, negaron cualquier vínculo con redes criminales y se definieron como un colectivo de hacktivistas que busca la libre expresión y la difusión de hechos.