La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una investigación sobre el buque Challenge Procyon, que supuestamente transportaba millones de litros de combustible ilegal y armas de grueso calibre al puerto de Altamira, Tamaulipas. El 19 de marzo de 2025, las autoridades federales aseguraron el buque, que contenía 10 millones de litros de diésel, 192 contenedores, 29 tractocamiones con remolques, armamento y vehículos. Esta acción dio inicio a una investigación federal en la que se ha vinculado a proceso a tres personas: el empresario Héctor Manuel Portales Ávila, Anuar González Hemadi, un exjuez federal destituido por un caso de abuso sexual, y José Ramírez Guardado, por su posible participación en la posesión de productos petrolíferos ilegales.
La causa penal 216/2025, a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, menciona una denuncia anónima del mismo día en que se aseguró el buque. Esta denuncia hace referencia a un grupo delictivo que opera con impunidad en Tamaulipas, con el apoyo de autoridades federales, estatales y municipales. Se alega que estos delincuentes ingresan buques al puerto de Tampico desde Estados Unidos, transportando hidrocarburo ilegal. La denuncia también indica que la organización criminal tiene control sobre la antigua aduana de Tampico, facilitando sus actividades delictivas mediante documentación irregular.
Los documentos presentados por los encargados de algunos buques declaran cargas como aditivos para aceites o resinas de policarbonato, cuando en realidad transportan diésel. Además, se menciona que el negocio está protegido por el Cártel del Golfo, con la complicidad de directores de la Agencia Nacional de Aduanas, quienes permiten estas actividades ilícitas.
El testimonio de la denuncia anónima señala que el Challenge Procyon llega frecuentemente al puerto de Tampico con cargamentos de armas y diésel, y que la descarga se realiza en un patio de Altamira. Un informe de investigación criminal del 20 de marzo de 2025, elaborado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), detalla que se observaron pipas con las leyendas Enerpol y Autolíneas Roca junto al buque. Durante la vigilancia, los agentes notaron que una pipa salió del lugar con placas de circulación de la empresa Mefra Fletes, cargando cajas de madera que aparentemente contenían armamento de grueso calibre.
Los agentes también entrevistaron a un hombre de 40 años que confirmó que el barco había estado llegando semanalmente al puerto y que esta vez llegó el 19 de marzo, con planes de partir el 26 del mismo mes. Según su relato, las armas se descargaban por la noche, cuando había menos vigilancia, mientras que el diésel se descargaba durante el día. Otro testigo, de 55 años, afirmó que el inmueble donde se realizaban las descargas pertenece al Cártel del Golfo, ya que el personal portaba gorras, camisetas y chalecos antibalas con las siglas CDG. La causa penal continúa su curso mientras las autoridades investigan a los implicados.