Cada semana decenas de dominicanos aterrizan en Santo Domingo tras ser deportados de Estados Unidos, dejando atrás familias, hogares y el sueño de conseguir un mejor futuro.
Aquellos anhelos empezaron para muchos en el municipio pesquero de Sabana de la Mar, ubicado en la provincia de Hato Mayor, en la región este de la República Dominicana, desde donde partió una gran cantidad de dominicanos en su viaje irregular a Puerto Rico, un estado asociado de Estados Unidos, del que ahora vuelven tras ser deportados.
Uno de los que tuvieron que renunciar a ese sueño fue Fausto Espino, padre de seis hijos y vecino de Sabana de la Mar.
"Me detuvieron en frente de mi casa cuando llegué de trabajar", indicó Espino, quien fue recientemente repatriado desde los Estados Unidos, país que ha deportado e