Hasta finales del siglo XIX, las pulperías y los almacenes de ramos generales eran el eje de la vida social en todos los pueblos rurales de la provincia de Buenos Aires. Los parroquianos y viajeros compraban provisiones y allí se relacionaban en sus ratos libres.
En el s iglo XVIII existían 1.000 pulperías en la provincia , muchas de ellas atendidas por inmigrantes italianos, libaneses y españoles. Con el tiempo, algunas se transforman en almacenes de ramos generales y en la actualidad, quedan una cincuentena que están abiertas y activas.
Patrimonio cultural e histórico de la provincia que han resistido el paso del tiempo y siguen transmitiendo costumbres. Siguen vendiendo productos pero además han incluido mesas, y con ellas un menú con identidad que fue creando lo que se conoce