La idea le vino a René Higuita mientras filmaba un anuncio de televisión para una bebida gaseosa con unos niños en Colombia. Uno de ellos hizo malabares con un balón en el aire y lo remató con una chilena hacia el portero, quien instintivamente lanzó ambas piernas hacia atrás y lo despejó.
Dos años después, tras haberlo convertido en su truco para los entrenamientos y calentamientos, las estrellas se alinearon para que Higuita hiciera historia bajo los difusos focos del Wembley.
El disparo fallido del centrocampista inglés Jamie Redknapp se desvió dócilmente hacia el portero, ya conocido por su estilo extravagante, quien lo vio caer por encima de su cabeza antes de lanzarse hacia adelante y sacudir los talones como la cola de un escorpión.
Era el “balón perfecto”, recuerda Higuita