En las últimas décadas, la narrativa económica global ha estado dominada por la hegemonía indiscutible del dólar estadounidense y la influencia de las potencias occidentales. Sin embargo, en el horizonte de este orden establecido, se ha alzado una fuerza emergente: el grupo BRICS.
Este bloque, inicialmente compuesto por Brasil , Rusia , India y China , y más tarde por la incorporación de Sudáfrica, se ha convertido en un actor clave que está reconfigurando las dinámicas de poder en el tablero geopolítico y financiero . La pregunta que muchos se plantean es si este ascenso es una fuerza imparable o si, por el contrario, enfrenta obstáculos inherentes a su propia naturaleza.
El concepto del grupo BRICS, acuñado por un economista, nació como una descripción de economías con un