CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Aquí en el hospital de repente se cimbró todo el edificio, pensé que estaba temblando”, narra Erika Farías, desde el cuarto piso del Hospital Regional 53 del IMSS, ubicado apenas a unos tres minutos de distancia en automóvil de donde explotó la pipa de gas LP, la tarde de este miércoles en la Ciudad de México.

“De repente se volvió a cimbrar y fue cuando me paré, dije ‘ay, ¿dos veces?”, sigue. Su madre, quien lleva una semana internada, estaba dormida y no se dio cuenta de nada. Entonces, Erika se asomó a la ventana y el familiar de otro paciente le dijo: “¡fue una llamarada, algo explotó!”.

Lo primero que pensó fue que habría explotado una de las tres gasolinerías que están cerca del hospital.

Ambos, desde el cuarto piso, atónitos, observaron las columnas de

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