VILNA, Lituania (AP) — Bielorrusia liberó a 52 prisioneros políticos el jueves, mientras que Estados Unidos anunció que levantaba las sanciones sobre la aerolínea nacional del país.

Bielorrusia, un aliado cercano de Rusia, ha sido repetidamente sancionada por Occidente tanto por su represión de los derechos humanos como por permitir que Moscú use su territorio en la invasión de Ucrania en 2022. Su presidente, Alexander Lukashenko, ha gobernado la nación de 9,5 millones de habitantes con mano de hierro durante más de tres décadas, y cientos de personas — incluidos disidentes, figuras de la oposición y periodistas— están tras las rejas.

Sin embargo, durante más de un año, Lukashenko ha buscado mejorar las relaciones con Occidente con la esperanza de aliviar las sanciones y el aislamiento internacional del país. Ha liberado regularmente a prisioneros como una forma de ganar favor.

En junio, Bielorrusia liberó a Siarhei Tsikhanouski, una figura disidente clave y esposo de la líder opositora exiliada Sviatlana Tsikhanouskaya, junto con otras 13 personas, tras una visita de un alto enviado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Poco antes de que se hiciera pública la liberación del jueves, los medios estatales bielorrusos publicaron un video del enviado estadounidense John Coale anunciando que Washington había levantado las sanciones sobre la aerolínea nacional de Bielorrusia, Belavia. La aerolínea fue sancionada por la Unión Europea, Estados Unidos y otros después de que controladores de vuelo bielorrusos ordenaran a un avión comercial que viajaba de Grecia a Lituania aterrizar en Minsk. Una vez que el avión aterrizó, las autoridades arrestaron a Raman Pratasevich, un periodista disidente que estaba a bordo.

La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.

La concesión de Estados Unidos se produce un día después de que Polonia denunciara una incursión de drones rusos en su territorio, algunos desde Bielorrusia, en lo que los funcionarios occidentales calificaron como un acto de agresión. Aviones de la OTAN fueron desplegados y derribaron algunos de los drones. Las tropas rusas y bielorrusas se han estado reuniendo para maniobras militares programados para comenzar el viernes.

Trump, cuyo país es la principal potencia militar en la OTAN, ofreció una respuesta inicial ambigua a las incursiones, publicando: "¿Qué pasa con Rusia violando el espacio aéreo de Polonia con drones? ¡Aquí vamos!" en su plataforma Truth Social.

Tsikhanouskaya, la líder opositora de Bielorrusia en el exilio, advirtió que levantar las sanciones podría crear nueva influencia tanto para Minsk como para Moscú, cuya industria de la aviación ha sido fuertemente sancionada.

“Entendemos que esto es parte del acuerdo”, dijo a The Associated Press. “Pero levantar las sanciones sin cambios sistémicos en el país podría abrir brechas que tanto el régimen de Lukashenko como Rusia usarán para eludir las sanciones”.

Uno de los prisioneros liberados el jueves, el veterano activista opositor Mikalai Statkevich, se negó a cruzar a Lituania, dijo a AP una persona que habló con el disidente y otra persona que habló con su esposa. Hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos delicados.

Dijeron que el hombre de 69 años estaba en la tierra de nadie entre Lituania y Bielorrusia. Intentó repetidamente regresar a Bielorrusia, pero los guardias fronterizos bloquearon su camino. Anteriormente, el presidente lituano Gitanas Nauseda anunció que los prisioneros habían cruzado a salvo a su país.

Statkevich, uno de los oponentes más prominentes y carismáticos de Lukashenko, intentó postularse para presidente en 2010, pero fue arrestado, condenado por cargos de organizar disturbios masivos y sentenciado a seis años. Amnistía Internacional lo reconoció como prisionero de conciencia, y en 2015 fue liberado bajo presión de Estados Unidos.

Statkevich fue arrestado nuevamente antes de las elecciones de 2020, declarado culpable una vez más de organizar disturbios masivos y sentenciado a otros 14 años. Ha estado incomunicado desde febrero de 2023.

También entre los liberados estaba Ihar Losik, un periodista de la emisora financiada por el gobierno de Estados Unidos Radio Free Europe/Radio Liberty, según el grupo de derechos humanos Viasna. El hombre de 33 años fue condenado por “organizar disturbios masivos, participar en desórdenes masivos, incitar al odio social” y varios otros cargos que siguen sin estar claros, según la emisora. Fue sentenciado a 15 años de prisión en diciembre de 2021.

Los prisioneros también incluían a 14 extranjeros: seis lituanos, dos letones, dos polacos, dos alemanes, un francés y un británico, según el servicio de prensa de la presidencia bielorrusa.

“Estoy profundamente agradecido con Estados Unidos y personalmente con el presidente @realDonaldTrump por sus continuos esfuerzos para liberar a los prisioneros políticos. 52 es mucho. Un gran número. Sin embargo, más de 1.000 prisioneros políticos aún permanecen en las cárceles bielorrusas y no podemos detenernos hasta que vean la libertad”, escribió Nauseda en X. Dijo que los prisioneros "dejaron atrás alambres de púas, ventanas con barrotes y un miedo constante”.

Casi 1.200 prisioneros políticos permanecen entre rejas en Bielorrusia, según Viasna.

Lukashenko ha reprimido implacablemente a la oposición y a los medios independientes, especialmente después de que decenas de miles de personas salieran a las calles para protestar por su reelección en agosto de 2020, en una votación ampliamente vista como fraudulenta. Fueron las mayores protestas en la historia del país.

En la represión posterior, decenas de miles fueron detenidos, y muchos fueron golpeados por la policía. Figuras destacadas de la oposición huyeron del país o fueron encarceladas.

Desde entonces, Lukashenko ha extendido su mandato para un séptimo período tras unas elecciones en enero de 2025 que la oposición también calificó de farsa.

Trump y Lukashenko hablaron el mes pasado sobre la liberación de más prisioneros, mientras el líder bielorruso buscaba mejorar las relaciones con Occidente.

Coale, enviado de Trump para Ucrania, se reunió el jueves con Lukashenko en la capital bielorrusa, donde anunció el levantamiento de las sanciones contra Belavia.

Fundada en 1996, Belavia es la única aerolínea nacional de Bielorrusia. Además de imponer sanciones tras la desviación del avión para arrestar a Pratasevich, los líderes de la UE le prohibieron el acceso al espacio aéreo y aeropuertos de la UE y ordenaron a las aerolíneas europeas evitar el espacio aéreo de Bielorrusia.

Como resultado, Belavia redujo su flota de 29 a 14 aviones.

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Karmanau reportó desde Barcelona, España. Contribuyeron a esta nota las corresponsales Dasha Litvinova en Tallinn, Estonia, y Katie Marie Davies en Manchester, Inglaterra.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.