La estabilización financiera de Pemex comienza a dar resultados. Calificadoras internacionales sostienen que las señales que emanan de la paraestatal mexicana son positivas y le muestran confianza.

Y sin embargo los problemas para la empresa rebasan con mucho la coyuntura. Hay, por ejemplo, una deuda que se contrajo hace dos y tres sexenios, cuyos vencimientos tocan a la puerta. Por eso la presidenta Sheinbaum, usualmente mesurada, esta vez se fue con todo y la calificó como “maldita deuda corrupta” que se llevará una buena tajada del presupuesto 2026.

Pemex es patrimonio de los mexicanos y por eso se pagarán los vencimientos de esa deuda. La presidenta reiteró como uno de los objetivos centrales de su gobierno que para 2027 Pemex ya no necesitará más rescates del gobierno federal y se l

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