El Tribunal Supremo de Brasil ha condenado al expresidente Jair Bolsonaro por su participación en una organización criminal y por intentar llevar a cabo un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Este fallo, emitido por un panel de cinco jueces, marca un hito en la historia del país, convirtiendo a Bolsonaro en el primer exmandatario condenado por atentar contra la democracia.

La jueza Cármen Lúcia, quien se unió a sus colegas Alexandre de Moraes y Flávio Dino en la votación, destacó que existen "pruebas concluyentes" de que Bolsonaro formó parte de un plan delictivo que buscaba "minar el libre ejercicio de los poderes democráticos". Según Lúcia, desde 2021 se sembró el "mal maligno de la antidemocracia", lo que culminó en el asalto a Brasilia el 8 de enero de 2023, donde miles de seguidores de Bolsonaro invadieron y destruyeron las sedes de los tres poderes del Estado.

Bolsonaro, quien se encuentra bajo arresto domiciliario desde agosto, enfrenta un total de cinco cargos que podrían acarrearle una pena máxima de 40 años. Estos cargos incluyen la abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal armada, deterioro del patrimonio protegido y daño calificado.

El juez Luiz Fux fue el único en disidir, argumentando que el caso de Bolsonaro debería ser juzgado en tribunales de primera instancia, ya que el exmandatario ya había dejado el cargo al momento de ser procesado. A pesar de su voto en contra, la mayoría del tribunal ha decidido avanzar hacia la fijación de la pena, lo que podría llevar a un proceso de apelación que se extendería hasta las elecciones de 2026, donde Bolsonaro ha manifestado su intención de postularse nuevamente.