La jueza Julieta Makintach ha solicitado la nulidad de la acusación en su contra, calificando el proceso como una "caza de brujas". Esta magistrada, que dirige el juicio por la muerte de Diego Maradona, enfrenta serias imputaciones por delitos como cohecho pasivo, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público.

Makintach argumenta que las pruebas en su contra son irregulares y que la investigación parece más enfocada en frustrar el juicio sobre Maradona que en esclarecer un delito. En su defensa, sus abogados, Nicolás Corleto y Nicolás Urrutia, presentaron un escrito de 38 páginas donde exponen que el requerimiento fiscal vulnera derechos constitucionales esenciales.

Los letrados sostienen que las pruebas fueron obtenidas de manera irregular, lo que coloca a la jueza en una situación de indefensión grave. Además, critican la falta de precisión en la acusación, argumentando que la narración de los hechos es confusa y fragmentaria, lo que impide a Makintach conocer con certeza las acciones por las que se le acusa.

Un punto clave en la defensa se refiere a las supuestas promesas de retribuciones económicas relacionadas con el documental "Justicia Divina". Los abogados de Makintach afirman que no existen pruebas concretas de tales promesas y que la imputación es infundada.

La defensa también cuestiona la acumulación de figuras penales, acusando a la fiscalía de no discriminar adecuadamente los hechos que corresponden a cada tipo penal. Este enfoque, según los abogados, es incompatible con el principio de legalidad penal.

Además, la defensa destaca que este caso se desarrolla paralelamente a un proceso de jury, lo que representa un riesgo de doble persecución. Con la presentación de este recurso de nulidad, Julieta Makintach busca que el juzgado de garantías anule el requerimiento fiscal y permita que su defensa continúe sin los obstáculos que, según sus abogados, están afectando su derecho a la defensa y el debido proceso.