La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, negó este viernes cualquier intención de invadir Venezuela o enviar tropas de su país. En declaraciones a los medios, Persad-Bissessar calificó de «alarmismo» las acusaciones de la vicepresidenta ejecutiva venezolana, Delcy Rodríguez, quien había señalado la existencia de «planes de agresión» por parte de Trinidad y Tobago y Guyana, en colaboración con Estados Unidos.

«No tengo ninguna intención, no hemos tenido ninguna conversación sobre invadir Venezuela, sobre pisar suelo venezolano, nada de eso está sucediendo», afirmó la mandataria en las inmediaciones del Parlamento trinitense. Persad-Bissessar subrayó que su principal objetivo es «proteger» a los ciudadanos de su país. «Me atreveré a hacer lo que tenga que hacer para mantener a la gente a salvo, y esa es mi prioridad. He dicho que Trinidad y Tobago es lo primero, esa es mi prioridad», agregó.

Estas declaraciones se producen tras las acusaciones de Rodríguez, quien el jueves acusó a los gobiernos de Guyana y Trinidad y Tobago de ser «vasallos» del Departamento de Guerra de Estados Unidos. Rodríguez también mencionó que estos países se prestan para los «planes de agresión» del país norteamericano, que ha incrementado su despliegue militar en el mar Caribe bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.

Por su parte, Diosdado Cabello, titular de Interior de Venezuela, afirmó que Persad-Bissessar tiene «muchísima responsabilidad» en el reciente ataque de Estados Unidos contra una lancha que transportaba a once presuntos narcotraficantes de la banda criminal Tren de Aragua.

Tanto Guyana como Trinidad y Tobago han expresado su apoyo al despliegue militar estadounidense y su disposición a colaborar en acciones conjuntas contra el narcotráfico. En respuesta a estas tensiones, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió sobre un intento de promover un «relato sucio» contra su gobierno, sugiriendo que se busca llevar al pueblo estadounidense a una «guerra en Suramérica» para propiciar un «cambio de régimen» y «robarle el petróleo, el gas y el oro» a Venezuela.

En medio de esta situación, Venezuela ha ordenado la movilización de buques y el alistamiento de millones de milicianos, además de un «refuerzo especial» de su presencia militar en cinco regiones costeras del país.