Para miles de ahorradores en España, la fecha del 1 de enero de 2013 marca el gran punto de inflexión en una de las decisiones financieras más comunes: qué hacer con el dinero sobrante. Quienes firmaron su hipoteca sobre habitual antes de ese día cuentan con una ventaja fiscal ya extinta que, en la mayoría de los casos, decanta la balanza. Se trata de la deducción del 15% sobre las aportaciones anuales, con un tope de 9.040 euros, un beneficio que ofrece una rentabilidad segura y difícil de batir por otros productos de inversión.

Sin embargo, para los hipotecados posteriores a esa fecha, el dilema se vuelve más complejo . El actual escenario de tipos de interés al alza ha creado una doble corriente. Por un lado, el encarecimiento de las cuotas variables vinculadas al euríbor convierte

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