El cerebro y la motivación no siempre van de la mano. Hay muchos momentos de la vida en que el primero necesita actuar, pese a que no haya energía o ganas de hacerlo.
La ciencia del comportamiento sugiere pequeñas tácticas que permiten “engañar” al cerebro para poder mantener la motivación durante toda la jornada.
No se trata de imponerse con una especie de fuerza de voluntad infinita, sino de diseñar las condiciones necesarias que despierten el deseo de avanzar, incluso cuando muchas veces nos cueste arrancar.
Las pausas entre tarea y tarea ayudan a que el cerebro pueda enfocarse. Foto Shutterstock.
A continuación, algunos trucos que activan circuitos neuroquímicos vinculados al placer, al control y a la persistencia. Todos se pueden llevar adelante tanto en tareas diarias c