En el ámbito corporativo, hablar de alimentación suele remitir primero a normas y protocolos: higiene, controles de calidad y certificaciones. ¡Y está bien! garantizar la seguridad alimentaria es una condición básica e ineludible. Sin embargo, quedarse sólo en el cumplimiento de lo obligatorio es mirar la superficie de un tema que impacta directamente en la vida laboral.
La alimentación en la empresa no se limita a lo que llega al plato ni al producto final. Refleja valores, hábitos y la forma en que una organización entiende el cuidado hacia sus equipos y/o clientes. Allí nace la cultura alimentaria corporativa: en la convicción de que cada decisión, desde el diseño de menús hasta la creación de espacios de pausa y encuentro, puede convertirse en un gesto de compromiso con el bienestar g