Unos 60 mil presos en Cuba, casi la mitad de la población penitenciaria del país, son sometidos a trabajos forzados en condiciones “inhumanas y explotadoras”, denunció la organización Prisoners Defenders en su Primer Informe Integral sobre el Trabajo Forzoso en las Prisiones en Cuba. El estudio, basado en 160 entrevistas, describe una situación que calificó de “esclavitud” y “aberración”.

La investigación revela que los reclusos, tanto políticos como comunes, trabajan en promedio 63 horas semanales sin contrato ni salario justo. Muchos reciben apenas cuatro dólares al mes o menos de un centavo por cada saco de carbón vegetal producido. Según la ONG, la mayoría es obligada a laborar bajo amenazas y violencia, incluso con enfermedades o lesiones.

Los presos son empleados principalmente en

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