Para algunos resulta impensable ; para otros, es casi indispensable. Dormir con un perro o un gato en la cama es una práctica que divide opiniones, pero que cada vez gana más adeptos. Más allá del calor y la compañía que ofrecen los animales, distintos estudios y coinciden en que este hábito refleja aspectos profundos de la personalidad. Quienes eligen compartir la cama con su mascota suelen compartir un perfil común, son generosos, empáticos, flexibles y emocionalmente equilibrados.

Estas son las siete características más frecuentes que, según la psicología, definen a quienes duermen con sus mascotas.

1. Generosidad en estado puro

Las personas que ceden espacio en su cama a sus animales muestran una clara disposición a compartir . Esta actitud no se limita al ámbito doméstico, sue

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