
Tras más de ocho horas de negociación y pese a que se trataba de un documento no vinculante, los ministros de medio ambiente de los países europeos han acordado una declaración de intenciones donde se indica que Europa “está bien encaminada para alcanzar el objetivo de reducción del 55% establecido para 2030” y que “se espera que la UE presente antes de la COP30 un objetivo de recorte de emisiones del entre el 66,25% y el 72,5%”.
A pesar de las declaraciones de “propuesta ambiciosa” que ha lanzado el comisario de Clima, Wopke Hoekstra, solo se ha acordado que se buscará una futura posición para la conferencia del clima (COP30) que se celebrará en noviembre en Belén (Brasil). La negociación da muestras de los obstáculos a los que se enfrenta la Unión Europea para acordar una agenda verde que facilite la transición ecológica.
“La excelente noticia es que hemos presentado una declaración de intenciones que nos permite llegar con confianza a Nueva York la próxima semana, con un rango que realmente ambicioso de entre 66,3% y el 72,5% de recorte de emisiones que está en línea con el Acuerdo de París”, ha declarado el comisario de Clima. La semana que viene hay una reunión en la ONU donde se esperaba una posición más clara del bloque europeo.
“Los 27 Estados miembros se unieron para apoyar la declaración de intenciones de la UE. Mantenemos nuestra unidad y hablaremos con una sola voz en las Naciones Unidas. Esto demuestra la voluntad de la UE y sus Estados miembros de encontrar soluciones y promover la acción climática global”, ha declarado el ministro de Clima de Dinamarca, Lars Aagaard, ya que este país asumió la presidencia del Consejo de la UE.
Entre los objetivos de la reunión estaba la consecución de un acuerdo para una “declaración de intenciones” en la que se fijaba el compromiso para reducir las emisiones entre un 66,3% y un 72,5% para 2035, que tendría como colofón el recorte del 90% de las emisiones en 2040. El denominado 'objetivo 2040' se encuentra en la parte baja de la horquilla recomendada por el Comité Científico Asesor de la UE, que pidió a los 27 una reducción de entre el 90 y el 95%.
No hay compromiso y en el comunicado enviado por el Consejo se especifica que “la declaración, que no es la NDC de la UE, indica la intención de la UE de presentar su NDC posterior a 2030 antes de la COP30, de acuerdo con las obligaciones del Acuerdo de París”. Las NDC son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional o planes de acción climática que cada país presenta para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
La reunión se alargó varias horas más de lo previsto dejando claro las diferencias entre los países para consensuar la postura de los 27. El secretario de Estado alemán para el Clima, Jochen Flasbarth, admitió que el debate ha sido duro entre los representantes de los países porque la propuesta va a “marcar la política ambiental e industrial de Europa para los próximos 15 años”.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, llegó a Bruselas asegurando que “el objetivo de la reunión era aprobar una declaración que sea lo más ambiciosa posible ante la COP 30”, que tendrá lugar en Belén (Brasil). Aagesen señaló que “el objetivo de reducir las emisiones contaminantes del 90% para 2040 respecto a 1990 no corre peligro. El liderazgo climático de la Unión Europea no se puede poner en cuestión”.
La ministra de Transición Ecológica negó que hubiera “fisuras” en el seno de la Unión Europea, aunque sí admitió que había diferentes puntos de vista sobre las herramientas para conseguir esos objetivos. Los planes de reducción de emisiones de CO2 para 2035 y del 90% en la UE para 2040 siguen sin concretarse, aunque tendrían que haberse aprobado el pasado febrero.
Una serie de países están trabando o tratando de ralentizar la consecución de estos objetivos. Italia, Francia, Polonia o Alemania han intentado que se “flexibilice” el camino para alcanzar el 90%, cuando no retrasar la fecha de consecución. Por ejemplo, Francia, con el respaldo de Alemania, presionó para trasladar el debate programado para este jueves a la cumbre de líderes de la UE en octubre, según Informó Bloomberg. Entre las medidas que se busca cambiar, Polonia pretende que la plantación de árboles sirva como compensación para el 10% de las emisiones, en lugar del 3% como recoge la actual propuesta o que no se tengan en cuenta las emisiones de la industria de defensa, en un momento de máxima tensión por la provocaciones de Rusi a.
La reducción del 55% de las emisiones en 2030 fue uno de los grandes hitos del anterior mandato de Ursula von der Leyen. Pero el volantazo a la derecha tras las últimas elecciones europeas más la presión de empresas y los agricultores y la posición contraria de Donald Trump a los acuerdos de la cumbre de París contra el cambio climático está provocando que incluso para este objetivo, que la Comisión Europea asumía como fácil de cumplir , se esté complicando.