Quienes ejercen poder son creadores de realidad. El esclavo puede creerse libre, la autocracia puede asumirse como democracia, la ignorancia como talento, la ineptitud presentarse como eficacia, el fracaso es victoria, el sufrimiento como redención.

Pueden los hechos sin más estar ahí como evidencia de una realidad de la que brotan constantes crisis, el mundo puede estar cayéndose a pedazos, pero las relaciones de poder tienen una virtud, la de edulcorar los sentidos y anestesiar las facultades críticas del ciudadano. El credo indica no ver, no sentir, no cuestionar.

Sin embargo, debe haber una ventaja, una prerrogativa, por pequeña que sea, que amalgame el deseo de la persona para ver color verde lo que es blanco. Puede ser una dádiva económica, la aceptación en la tribu, la identificac

See Full Page