La fiebre internacional de inconfundible signo antisemita ha decidido a nuevos gobiernos occidentales, tradicionales aliados de Israel, a reconocer un Estado palestino. Reino Unido, Canadá, Australia, Portugal y parece que también Bélgica y otros se han precipitado sobre la relación de naciones que había dado el paso hace tiempo. Entienden este acto diplomático, que han pretendido barnizar con un tinte humanitario «ante el creciente horror en Medio Oriente», en palabras del primer ministro británico Starmer, como una oportunidad «para mantener viva la posibilidad de la paz y de una solución de dos estados». En realidad, lo que cabe preguntarse, y sin duda la banda que hoy gobierna con puño de hierro la Franja de Gaza lo hará, es si antes de la matanza del 7 de octubre de 2023, el mayor cri
Una mascarada que pagarán los palestinos

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