Trump no solo criticó, sino que se autoproclamó experto en el tema: "Soy muy bueno en esto. Una vez que empezamos a detener y deportar a todos los que cruzaban la frontera, simplemente dejaron de venir" . Sus palabras, cargadas de ironía, contrastaban con el ambiente diplomático del evento que celebraba 80 años de la ONU .
El exmandatario fue más allá:
Calificó las políticas migratorias como "un experimento fallido"
Atacó lo que llamó "agenda migratoria globalista"
Defendió sus controles fronterizos como "acto humanitario"
Pero la mira de Trump no solo apuntó a la migración. Cuestionó abiertamente la eficacia de la ONU para resolver conflictos internacionales, desde Gaza hasta Ucrania, y aprovechó para lanzar dardos a los aliados de la OTAN . Un discurso que chocó fronta