En diálogo con Mario Pergolini para Otro día perdido, Luciano Cáceres habló de su vínculo con su madre, quien padeció cáncer durante muchos años y, en su último año de vida, decidió abandonar los tratamientos convencionales para dedicarse solo a terapias alternativas, incluyendo el Reiki.
Cuando su madre cae en coma, el tercero, le dijeron a Luciano: “No hay vuelta atrás, se muere”. En ese momento, él recordó un pedido anterior de su madre y le preguntó a la persona de guardia si podía traer a alguien que hiciera Reiki, para que la vea.
Ante la afirmativa, la terapeuta de Reiki entró a terapia intensiva pero salió de inmediato para decirle a Luciano: “Yo no puedo hacer nada, tenés que entrar vos”.
Cáceres cuanta que entró y acto seguido narra el momento milagroso de la despedida: “Entro