Yen el centro de ese universo cinematográfico, una actriz brilló con luz propia: Julia Roberts .
Con una sonrisa que se convirtió en su sello personal y un carisma difícil de igualar, Roberts no solo conquistó la taquilla , sino que se ganó un lugar en la historia del cine. "Ella tenía esa cualidad única de hacerte creer en el amor, incluso cuando la trama era descabellada" , comenta un crítico de cine sobre su impacto en el género romántico.
Pero más allá de Mujer bonita o Notting Hill , su carrera dio un giro hacia terrenos más complejos. Películas como Erin Brockovich demostraron que detrás de esa sonrisa había una actriz capaz de sumergirse en personajes llenos de matices y profundidad. El Oscar que recibió por ese papel no fue solo un reconocimiento, sino la confirmaci