El 2025 está marcando un punto de inflexión en la industria financiera: los fondos tokenizados dejaron de ser un experimento para convertirse en una alternativa concreta dentro del menú de opciones para inversores sofisticados. Basados en la tecnología blockchain, estos vehículos permiten fraccionar activos tradicionales (acciones, bonos, inmuebles o commodities) en tokens digitales que pueden comprarse, venderse y auditarse en tiempo real.

Para instituciones financieras, family offices y fondos de inversión, esto significa mayor liquidez, acceso a mercados antes restringidos y reducción de costos operativos. Según un informe reciente de Boston Consulting Group, el mercado de activos tokenizados podría alcanzar los 16 billones de dólares en 2030, impulsado principalmente por fondos de

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