"Paco, a este chico dale mucha caña que tiene cualidades para ser una gran maître", comenta Óscar Velasco que aquel fue el primer juicio de valor que tuvo en su vida laboral y que venía de parte de Marisa Duque, cuarta generación de Casa Duque -el restaurante más antiguo de Segovia- y con quien hoy comparte un cuatro manos de los más especiales de su carrera.

Con apenas 15 años un jovencísimo Óscar Velasco comenzó a trabajar de manera eventual en La Floresta, uno de los sitios palacios que la familia Duque adquirió en la ciudad de Segovia y donde, tal y como asegura Marisa, se celebraban todo tipo de bodas y banquetes "porque no había nada igual en los alrededores".

Velasco, natural de Segovia, comenzó a ganarse unos dineros como cualquier joven de la época bajo el mando de Dionisio Duqu

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