Los anuncios gubernamentales en torno a que el alza del salario mínimo mensual para el próximo año podría estar bordeando el 11% son, a todas luces, inconvenientes. Por un lado, porque deja sin piso las sesiones de la mesa de concertación laboral que debe instalarse a finales del año.
Esta última es la instancia natural tripartita en la que empresarios, sindicatos y Ejecutivo analizan la evolución de los factores determinantes en el incremento de la remuneración básica: inflación, índice de productividad de las compañías, curva de medición del poder adquisitivo de los trabajadores, desempleo, dinámicas de crecimiento económico y otros elementos coyunturales y estructurales que influyen en las oscilaciones de oferta y demanda de plazas.
En este 2025, la necesidad de un análisis técnico, o