La participación en política proselitista de funcionarios públicos es una infracción grave. Sin embargo, campaña tras campaña se repite esta anomalía, constituyéndose en uno de los vicios más recurrentes en la democracia colombiana.

De hecho, en el marco de la actual contienda esta anómala circunstancia está a la orden del día, incluso al más alto nivel, ya sea por cuenta del presidente de la República, que actúa abiertamente como una especie de jefe de debate de los candidatos de la coalición de la centroizquierda al Congreso y la Casa de Nariño, o por la entrevista que dio el ministro del Interior el fin de semana en donde analizó la baraja de aspirantes a la sucesión petrista y habló de asuntos atinentes a la campaña electoral.

Adicionalmente, de forma paralela continúan creciendo las

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