“Los olvidados, los que retumban en la memoria, los perseguidos”. Mirar desde el presente la historia de la Transición consiste en mirar a las luchadoras, a las maestras, a los escondidos y a las guerrilleras. A todos los que trataron de hacer de España un lugar más digno. Pero también consiste en mirar a los artistas, que utilizaron el arte para sanar una sociedad herida. En un momento en el que la deuda con la memoria histórica aún no está saldada, la cultura se torna más imprescindible que nunca para recordar a los olvidados, a aquellos a los que se dirige el cantautor Pedro Pastor en un tema esencial a 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco.
El acto de presentación de la nueva revista de elDiario.es La Transición. La democracia no la trajo el rey, se ganó en la calle ha contado con la presencia del intérprete madrileño, que entre los varios temas que cantó se encuentra su trabajo Los olvidados . El compositor, nacido en 1994, no vivió la Transición Española, pero su compromiso político y social lo ha llevado a rendir homenaje a una de las etapas más importantes del país. “Cuando uno construye su identidad a través de la memoria, se forma un camino infinito. Ese cajón, esa gaveta de ideas, se ha ido llenando a través de muchos años de estar investigando, explorando y siendo un ser inquieto”, cuenta Pedro Pastor sobre cómo se gesta la canción.
El tema, que llevaba muchos años rondando por su cabeza, nació cuando visitó el Mirador de la Memoria, un monumento ubicado en la localidad de El Torno, Cáceres, en el Valle del Jerte. Allí se pueden observar las esculturas desnudas de tres hombres y una mujer, una creación de Francisco Cedenilla Carrasco a los olvidados de la Guerra Civil y la dictadura que data de diciembre de 2008. “Cuando se inauguró, unos cazadores hirieron de bala las esculturas, pero el autor, lejos de arreglarlas, dijo: 'Creo que ahora está culminada mi obra'”, explica Pastor, que afirma que “no hay nada más representativo de la necesidad que tiene este país de subsanar esta grieta profunda”.
El cantautor explica que la idea detrás del tema fue la de “nombrar a los mayores colectivos que formaron parte de ese acto tan valiente que fue la Segunda República, y cómo se vio truncado por un golpe de Estado”. De ahí a que cada una de las estrofas de Los olvidados haga referencia a estas personas, desde “las que burlaran a la censura” hasta “las que del miedo quedaron mudas” o “los abandonados bajo este suelo sin una rosa”. Pedro Pastor confiesa que, tras años de preparación, solo hay un verso con el que no se quedó satisfecho, que reza así: “Los escondidos / Por 30 años tras un armario, los acusados / Y fusilados por sus ideas, los extinguidos”.
El artista, que buscaba hacer una referencia a los topos, recuerda que leyó el libro Los topos de Jesús Torbado y Manuel Leguineche, de más de 600 páginas, en el que se recoge el resultado de dos personas que, al llegar la democracia, se dedicaron a recorrer toda España buscando a los supervivientes que habían estado escondidos durante la dictadura para contar su historia. “Trato de documentarme lo máximo posible para hacer canciones así. Aunque las pueda hacer desde un lugar poético y no necesite el fondo de puchero que necesita un antropólogo, un historiador, un sociólogo o un periodista, pues yo soy músico, cuando queremos hablar de cosas tan importantes es necesario profundizar en el asunto”, alega Pastor.
Su interés por la Transición Española viene motivado por su familia, que describe como “muy política”. Hijo del cantautor Luis Pastor y Lourdes Guerra, dos fuertes agentes políticos en España, el círculo del cantautor siempre ha estado lleno de gente implicada en intentar hacer del país un lugar más habitable, plural, libre y justo. De hecho, tiene contacto con Emilio Silva, el presidente de la Asociación de la Memoria Histórica. “A partir de ahí empecé generar la inquietud, porque es verdad que nuestra generación no está para nada conectada. Ese vínculo se cortó de una manera muy fuerte, muy radical, y no tenemos acceso a ello [información sobre cómo se pasó del franquismo a la democracia]”.
La derecha no para de hablar de que hay que enterrar nuestro pasado y de que no hay que reabrir las heridas, pero es imposible que podamos avanzar si no empezamos a cerrarlas.
Pedro Pastor — Cantautor
El artista señala que “no se habla de eso en los debates, en las escuelas o en las casas”, cuando se trata de “algo que realmente tendría que vertebrar la juventud”. Esta falta de interés y la carencia de conocimiento histórico se debe, según Pedro Pastor, a que “se ha hecho muchísima fuerza desde sectores de la población, y sobre todo desde el poder, por que no haya interés”: “La derecha no para de hablar de que hay que enterrar nuestro pasado y de que no hay que reabrir las heridas, pero es imposible que podamos avanzar si no empezamos a cerrarlas. ¿Cómo es posible que, solamente 50 años después, partidos de extrema derecha realcen la figura del caudillo? ¿Cómo pueden tener un 20% del apoyo de la población?”.
El cantautor indica que el auge de la ultraderecha “solo se explica si miramos con distancia nuestra historia y vemos que claramente se ha hecho un esfuerzo por enterrar nuestra memoria”. Aunque ha recorrido mundo y recientemente ha estado tocando en países como Uruguay, asegura que “no hay otro país como el nuestro que tenga una asignatura pendiente tan fuerte con la memoria”, una realidad que se percibe en una “sociedad tan polarizada y muchas veces tan moldeable y manipulable”. Aun así, puntualiza que se trata de “una asignatura pendiente para casi todos los territorios del mundo porque es un ejercicio del poder para ejercer sistemáticamente la violencia contra su pueblo”.
Pese a ello, Pedro Pastor destaca que “los jóvenes tienen sus propias problemáticas y las tienen que atender”: “Viendo cómo está el mercado y la vivienda en nuestro país, o el genocidio que está sucediendo en Gaza, los jóvenes politizados tienen otros frentes abiertos que son más urgentes que el de tratar de entender su contexto histórico y qué pasaba en su país 30 o 20 años antes de que ellos nacieran”. Sin embargo, a través del arte, a través de Los olvidados , el cantautor seguirá haciendo justicia a quienes se les trata de borrar de la historia: “No olvidaré / Para que haya servido de algo tanto desvelo / Para que no se pierda el poema bajo el sombrero / No olvidaré / Para poder hablarle a mis hijos de los abuelos / Para que un día al fin descansen justos los huesos / No olvidaré”.