Los gatos dedican gran parte de su tiempo al cuidado personal , lo que inevitablemente implica la ingestión de pelo durante su aseo. Normalmente, este material es eliminado sin complicaciones a través de las heces, pero en ocasiones puede generar problemas digestivos que requieren atención veterinaria.

El proceso de lamido excesivo puede estar motivado por diversas circunstancias como picores, dolor localizado o estados de estrés que incrementan el riesgo de formación de bolas de pelo en el sistema digestivo del felino.

Los veterinarios recomiendan prestar especial atención cuando los vómitos superan la frecuencia de dos episodios mensuales . Otros indicadores de potencial problema incluyen decaimiento, hinchazón abdominal , dificultades para defecar o vocalizaciones inusuales dura

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