Por Mario Candia

24/09/25

TEMPORADA DE MENTIRAS La temporada de informes de gobierno se ha vuelto el carnaval institucional de la mentira. Los gobernantes mienten como respiran, con la tranquilidad que otorga saberse intocables. Ya no hay contrapesos reales, ya no hay preguntas incómodas ni fiscalizaciones mínimas: solo discursos embalsamados en cifras triunfalistas, acompañados del ritual de aplausos que se repite como una coreografía decadente.

LA GLOSA Los informes se presentan como si fueran piezas de teatro, con escenografías impecables, videos lacrimógenos y fanfarrias mediáticas que no rinden cuentas, sino que fabrican relatos. Lo que debería ser el ejercicio supremo de transparencia se ha convertido en la vitrina donde el poder se mira a sí mismo, narcisista y complaciente, sin

See Full Page