En este mundo cada vez más polarizado en el que vivimos, hay una pregunta que quizá nos divide más que ninguna otra: ¿te duchas a primera hora de la mañana o a última hora de la noche? O quizá seas una de esas personas que no se ducha a diario.
Sea cual sea tu postura, puede que te preguntes qué impacto tiene tu elección en tu salud.
Para muchos de nosotros, después de despertarnos con los ojos legañosos por la mañana, una de las primeras cosas que hacemos es meternos en la ducha.
Los defensores de la ducha matutina suelen argumentar que estar 10 minutos bajo un torrente de agua caliente los ayuda a despertarse y a sentirse frescos y listos para empezar el día.
Sin embargo, los que se bañan por la noche argumentan que ducharse antes de acostarse los ayuda a eliminar la suciedad del día