Dos decisiones adoptadas esta semana por dos de los jueces que instruyen las causas más sensibles para Gobierno, y que constituyen un fuerte impulso procesal, permiten aventurar la celebración de los primeros juicios por corrupción vinculados al Ejecutivo de Pedro Sánchez en los próximos meses. Una de ellas afecta de forma muy novedosa al futuro del caso abierto contra su esposa, mientras que la segunda permite acelerar la respuesta de la justicia frente a la trama que presuntamente anidó en el ministerio de Transportes de José Luis Ábalos, y que ha salpicado al que fuera número tres del PSOE.
El giro procesal más inesperado lo ha protagonizado este miércoles el juez Juan Carlos Peinado, instructor del caso Begoña, que seis meses después de abrir una pieza separada para invest