

BOGOTÁ (AP) — A sus 88 años, Gloria Gaitán sostuvo por una semana una huelga de hambre para exigir al gobierno colombiano que no legitime que el mayor cártel de narcotráfico en el país utilice el nombre de su padre Jorge Eliécer Gaitán, uno de los líderes políticos más importantes de Colombia en el siglo pasado y cuyo asesinato marcó un hito violento en el país.
“Levanté la huelga de hambre anoche, pero sigo en pie de lucha hasta que se firme el acuerdo” con el presidente Gustavo Petro en el que se comprometa a no legitimar al cártel Clan del Golfo con el nombre que han acogido de “Ejército Gaitanista de Colombia”, dijo el jueves a The Associated Press Gaitán.
Gaitán comenzó la huelga el mismo día en que el gobierno informó hace una semana sobre el inicio formal de una mesa de negociación con el cártel en Qatar, para buscar su sometimiento a la justicia, con una declaración conjunta en la firman llamándose “gaitanistas”.
Para Gaitán, el Clan del Golfo está usando el nombre de su padre para negociar poder político y no sólo ser tratados como una estructura delictiva que trafica drogas.
“Lo que quieren es que legitimen su estatus cívico para poder tener un movimiento político" como la que ha tenido la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que firmó un acuerdo de paz en 2016 con el Estado y tiene representación en el Congreso.
El Clan del Golfo tiene presencia en cerca de un tercio del país, según la estatal Defensoría del Pueblo, y aproximadamente 9.000 integrantes, configurándose en la estructura ilegal más numerosa en la actualidad. Pese a eso, fue el último grupo ilegal en acogerse a la política de “paz total” que impulsa Petro con diálogos paralelos con múltiples estructuras.
Gaitán decidió levantar la huelga de hambre en la noche del miércoles luego de recibir una llamada de Petro en la que, según ella, le prometía firmar un documento para atender su petición en respeto por el legado político de su padre.
“Es un gesto muy valiente de él (Petro)... el presidente de Colombia, que nunca cede, y de pronto cede ante la figura de Jorge Eliécer Gaitán”, aseguró su hija sentada en la sala de su casa junto a las fotografías de su padre.
Sin embargo, advirtió que está dispuesta a reanudar la huelga de hambre en caso de que Petro no cumpla su palabra. Gaitán cree que, de ser necesario, Petro va a elegir respetar la memoria histórica de su padre, aún por encima de las conversaciones que abrió con el Clan del Golfo.
Jorge Eliécer Gaitán pretendía llegar a la presidencia, pero no proponía llegar al poder por las armas, sus ideales liberales y discurso se centraban en la defensa de los pobres. Su asesinato en 1948 provocó una insurrección popular que dejó miles de muertos, en un episodio conocido como el “Bogotazo”, pero que trascendió la capital y se extendió por varias ciudades del país. El hombre acusado de dispararle fue linchado por la multitud enfurecida y las investigaciones no lograron dar con los autores intelectuales.
El año pasado, Petro cuestionó la autodenominación de gaitanistas que reclamaba el Clan del Golfo. “Pero es que Gaitán era un revolucionario, está mal usado el nombre, Gaitán no era un traqueto”. Sin embargo, luego dijo estar dispuesto a negociar con ellos para que se acogieran a la justicia.
El Clan del Golfo, de herencia paramilitar, ha cambiado durante dos décadas varias veces de nombre, pasando por Los Urabeños, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el Clan del Golfo.