Ya son 11 años de la tragedia en Ayotzinapa y los padres, madres, familiares y amigos de los 43 normalistas desaparecidos siguen clamando justicia, se manifiestan de todas las maneras posibles para que la autoridad federal responda a sus demandas.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos” es el grito que retumbo durante muchos años, mientras las madres y padres con la el rostro lleno de tristeza y los ojos cubiertos de lágrimas pedían a las autoridades les regresaran a sus hijos, aunque quizá muchos presentían que sus muchachos ya no estaban con vida, pero la esperanza es la última que muere y esperaban se les concediera el milagro de volverlos a ver vivos o ya de perdido saber dónde quedaron sus restos para darles cristiana sepultura, pero sus gritos, las suplicas, no encontraron eco.

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