Pero esta vez, el duelo se decidiría con otro tipo de estrategia: el pitcheo dominante y un juego pequeño que marcó la diferencia .

Walker Buehler, el abridor de los Filis , lució como en sus mejores días . Durante cinco entradas, mantuvo en cero a los Marlins de Miami con solo tres hits permitidos, aunque su control no fue perfecto—repartió tres bases por bolas y hasta golpeó a un bateador. Pero cuando más lo necesitó, supo cerrar las puertas. "Fue una de esas noches donde el resultado importa más que las estadísticas" , comentaría después del partido.

El único run del juego llegó temprano. En la primera entrada, Alec Bohm empujó a J.T. Realmuto con un rodado que escapó de la defensa marlins . Fue un juego ajustado, donde cada error podía costar la eliminatoria. Y así

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