En su esperado discurso contra el populismo de la extrema derecha de Nigel Farage y después de la multitudinaria marcha de grupos xenófobos en Londres apadrinada por Elon Musk , el primer ministro británico, Keir Starmer, arremetió este viernes contra la inmigración legal e ilegal. Según el laborista, “la izquierda”, en referencia a su propio partido y a otros equivalentes, se equivoca al presentar la inmigración como “una buena noticia” para la economía.

“Los partidos populistas de derecha representan un reto para los partidos de centro-izquierda en todo el mundo”, escribe Starmer en el diario The Telegraph . “Es un reto al que creo podemos enfrentarnos. La primera parte esencial para hacer esto es reconocer dónde se han equivocado algunos de la izquierda en el asunto de la inmigración”.  

En el adelanto de su discurso para la cumbre de líderes progresistas en Londres organizada por el Partido Laborista, Starmer arremete contra la inmigración de cualquier tipo. El presidente Pedro Sánchez, que participa en el mismo foro poco después de la intervención del primer ministro británico, es uno de los que ha defendido la inmigración como un elemento positivo para la economía española, cuyo crecimiento está a la cabeza de Europa.

En el contexto de nuevas medidas para limitar la migración, Starmer también anuncia planes para aprobar un documento de identificación electrónico nacional en un país reacio a cualquier equivalente al DNI. Hace dos décadas, el Gobierno de Tony Blair fracasó en el intento, pero Starmer dice que los tiempos han cambiado por la costumbre de compartir datos privados en las plataformas y que aprobará el plan durante esta legislatura (que dura, en teoría, hasta 2029). El documento servirá, según él, para comprobar el derecho al trabajo de todos los residentes.

Contra la inmigración legal e ilegal

De un lado, Starmer insiste en el peligro de las llegadas de indocumentados a su país. “No hay duda de que durante años, los partidos de izquierda, incluyendo el mío, han ignorado las preocupaciones de la gente sobre la inmigración ilegal. Ha sido demasiado fácil para la gente entrar en el país, trabajar en negro y quedarse de manera ilegal”, escribe Starmer. 

El Reino Unido recibe menos refugiados que otros países grandes en Europa y es uno de los que menos en relación con su población: en 2024, fue el quinto país en cuanto al número de solicitudes de asilo en comparación con el resto de Europa; si se considera la población del Reino Unido, es el número 17, según los datos del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford.

Pero las llegadas de migrantes en general, especialmente de la fuera de la Unión Europea, han aumentado desde el Brexit, cuyo principal argumento en campaña fue que el país “tomaría el control” de sus fronteras. 

Ahora Starmer defiende que “las comunidades” deben “tomar el control” de la inmigración en un momento en que protestas aisladas, pero en algunos casos violentas se han concentrado delante de hoteles donde el Gobierno británico aloja a solicitantes de asilo a la espera de resolución de su caso.

El primer ministro británico también critica la entrada de inmigrantes de manera legal, es decir con permisos de trabajo o de estudio limitados, y critica abiertamente el argumento económico.

“La izquierda no debe aceptar nunca la creencia de que la migración legal descontrolada es una buena noticia para la economía. No es política de izquierdas compasiva depender del trabajo que explota a trabajadores extranjeros y baja los salarios”, escribe Starmer. 

La idea de la explotación de los extranjeros y la competencia desleal con los nativos es también un viejo argumento de la izquierda del Partido Laborista y de sus sindicatos.

En realidad, los ingresos medios de los migrantes son más altos que los de los nativos. Según los datos del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford, esto sucede especialmente para los ciudadanos de la UE, pero los ingresos de los migrantes de otros lugares fuera de la UE también son superiores a la mediana de los de los británicos. 

Después del Brexit, el crecimiento anémico de la economía británica se ha agravado por la falta de trabajadores en sectores clave como la sanidad, el transporte, la educación y la hostelería.

El desempleo sigue por debajo del 5%, pero uno de los lastres es la reducción de la población activa por el aumento de dependientes de todas las edades después de la pandemia. Más de un 20% de británicos no está en el mercado laboral ni buscan trabajo, según datos de este año