Decenas de delegados de distintos países se han puesto en pie y abandonado el auditorio en el que Benjamin Netanyahu se disponía a intervenir ante la Asamblea General de la ONU, entre gritos, abucheos y silbidos en señal de protesta por el genocidio que está perpetrando en la Franja de Gaza. Cuando el primer ministro israelí ha tomado al fin la palabra, la sala había quedado prácticamente vacía.

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"No mires hacia otro lado": España planta cara al racismo estructural

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