El comisario europeo de Defensa y Espacio, Andrius Kubilius, se reunirá este viernes con representantes de la OTAN y de nueve Estados miembros de la Unión Europea, además de Ucrania. El objetivo es avanzar en la propuesta de establecer un "muro antidrones" para hacer frente a las crecientes amenazas en el este de Europa.

Este encuentro se enmarca en los trabajos anunciados por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión del pasado 10 de septiembre. La reunión busca sentar las bases de un mecanismo de defensa común contra el uso hostil de drones. Thomas Regnier, portavoz comunitario, destacó que "las últimas incursiones con drones en el espacio aéreo europeo ponen de relieve la necesidad de construir ese muro contra drones".

Kubilius se reunirá con representantes de los siete Estados más expuestos a la amenaza rusa: Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Polonia, Rumanía y Bulgaria, así como con Eslovaquia y Dinamarca. Este último país ha experimentado incidentes recientes con drones que llevaron al cierre temporal del aeropuerto de Copenhague. Ucrania también ha sido invitada, ya que su experiencia en la gestión de ataques con drones es considerada "esencial" para diseñar un sistema de protección eficaz.

Regnier subrayó que "no estamos empezando desde cero", recordando que la propuesta responde a un plan de trabajo ya en marcha, que se ha acelerado tras los recientes incidentes en el espacio aéreo europeo. La iniciativa se concibe como un proyecto multinacional, donde los Estados miembros serán responsables de aportar capacidades, mientras que la Comisión Europea explorará fórmulas de apoyo financiero y técnico.

El proyecto se apoyará en nuevos instrumentos comunitarios destinados a reforzar la política de defensa de la UE. Bruselas confía en el futuro Programa Europeo de la Industria de Defensa (EDIP), que prevé una dotación de 1.500 millones de euros entre 2025 y 2027. Además, se ha activado un mecanismo de préstamos denominado SAFE, con un volumen de hasta 150.000 millones de euros, diseñado para impulsar adquisiciones conjuntas en materia de seguridad y defensa. Los Estados interesados deberán presentar sus planes de inversión antes del 30 de noviembre.

Estas herramientas financieras no solo reforzarán la capacidad de respuesta frente a drones, sino que también incentivarán la cooperación industrial en el ámbito de la defensa europea. Bruselas insiste en que el proyecto del "muro antidrones" es un paso hacia una mayor autonomía estratégica en un contexto de tensiones crecientes con Rusia.

Olof Gill, portavoz comunitario, aseguró que la Comisión mantiene un contacto "constante" con todos los Estados miembros, no solo con los más afectados por las incursiones de drones rusos. "Se trata de asuntos graves que atañen a la seguridad de todos los europeos", concluyó.