La organización Médicos Sin Fronteras ha anunciado este viernes que suspenderá sus actividades médicas vitales en Ciudad de Gaza debido al “rápido deterioro de la situación de seguridad” por la intensificación de la ofensiva israelí. Esta escalada ha creado “un nivel de riesgo inaceptable para el personal de MSF”, según informan en un comunicado.

MSF ha denunciado que sus clínicas han sido rodeadas por ataques aéreos y el avance de tanques a menos de un kilómetro de sus instalaciones. “Esto es lo último que queríamos, ya que las necesidades en Ciudad de Gaza son enormes, y las personas más vulnerables —los bebés en cuidados neonatales, los heridos graves y los enfermos terminales— no pueden desplazarse y se encuentran en grave peligro”, ha afirmado el coordinador de emergencias de MSF en Gaza, Jacob Granger.

La organización asegura que seguirá prestando apoyo en el centro y sur de la Franja. En Jan Yunis, continúa colaborando con el hospital Nasser y gestiona tres centros de atención primaria. En la zona central, MSF presta apoyo al servicio de urgencias y a la clínica de atención de heridas del hospital Al-Aqsa, y gestiona dos hospitales de campaña en Deir Al-Balah.

En el comunicado, Médicos Sin Fronteras lamenta que todavía quedan cientos de miles de personas en Ciudad de Gaza que no pueden marcharse y cuya única opción es permanecer bajo intensas operaciones militares. Los hospitales que siguen funcionando parcialmente en la Franja están desbordados por la “escasez de personal, suministros y combustible”.

La organización cifra en más de 3.640 las consultas en sus clínicas de Ciudad de Gaza, con un total de 1.655 pacientes tratados que sufrían desnutrición. Entre los pacientes se encuentran también personas con traumatismos graves y quemaduras, así como a mujeres embarazadas y otras personas que requieren atención médica continua y no pueden salir de la ciudad.