Girona y Espanyol brindaron un 0-0 que no fue aburrido, ni mucho menos, que bien pudo acabar con dos o más goles para cada equipo, pero que les faltó puntería o claridad en los metros finales. Esa famosa “zona 3” que define Míchel. Pese a ello, ambos técnicos, como sucede pocas veces, coincidieron en sala de prensa en señalar las claves del encuentro y también las soluciones para el futuro.
Manolo González se marchó de Montilivi “satisfecho” y “orgulloso” con sus jugadores, quienes “lo están dejando todo por el club”. El técnico de Badalona considera que su equipo hizo un buen partido, “jugó bien”, pero que le faltó “finalización” después de rematar hasta en 20 ocasiones.
No quiso entrar a valorar las actuaciones personales, aunque preguntado por el gran rendimiento de Fernando Calero