Preocupa que desde la izquierda peruana haya gente que nos quiera gobernar desde julio del 2026, pese a que se quedó anclada en los años 70 y que insiste en aplicar hoy, ya bien avanzado el siglo XXI, recetas como las que ya nos llevaron en el pasado al descalabro político, económico y social, y que nos han dejado como nefasto recuerdo a Petroperú, una empresa pública quebrada que solo se mantiene viva con inyecciones de dinero salido del bolsillo de todos los ciudadanos a cambio de nada.

Pero lo más alarmante es que esta gente que aspira a gobernarnos, viva en un mundo paralelo como para afirmar, por ejemplo, que Pedro Castillo fue víctima de un golpe de Estado dado por el Congreso, las Fuerzas Armadas, la derecha, los empresarios, los medios y quién sabe quién más, cuando el planeta ent

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