La revocatoria de la visa estadounidense al presidente colombiano Gustavo Petro ha desatado una ola de críticas y reacciones en redes sociales. La decisión, anunciada por el gobierno de Donald Trump, marca un punto de quiebre en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, que ya enfrentaban tensiones por diferencias en política exterior.
El incidente que provocó esta medida ocurrió durante un acto público en Nueva York, donde Petro instó a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes y propuso la creación de un "Ejército de Salvación del Mundo" para intervenir en Palestina. Estas declaraciones fueron interpretadas en Estados Unidos como un llamado a la insubordinación militar, lo que llevó al Departamento de Estado a cancelar su visa.
Gustavo Petro reaccionó a la revocatoria con un mensaje desafiante en la red social X, afirmando que no necesita la visa porque también es ciudadano europeo. "Llego a Bogotá. Ya no tengo visa para viajar a EEUU. No me importa. No necesito Visa, sino ESTA, porque no solo soy ciudadano colombiano sino ciudadano europeo, y en realidad me considero una persona libre en el mundo", escribió.
La representante estadounidense María Elvira Salazar celebró la decisión, afirmando que "a Petro se le salió su instinto de guerrillero en el lugar equivocado". Por otro lado, algunos políticos colombianos, como Armando Benedetti, defendieron a Petro, sugiriendo que la medida es injusta y que el presidente ha sido uno de los pocos en denunciar violaciones internacionales en la ONU.
Enrique Gómez, abogado y empresario, también se pronunció, sugiriendo que la revocación de la visa podría ser parte de una estrategia política de Petro para posicionarse como un opositor a Washington. Gómez lo calificó de "dictador platanero" y afirmó que este episodio podría movilizar a sus seguidores más radicales.
El impacto de esta decisión no solo afecta la movilidad de Petro, sino que también complica la comunicación en temas estratégicos como la lucha contra el narcotráfico y la cooperación en seguridad. La ausencia del presidente en Estados Unidos podría obstaculizar negociaciones importantes.
La Casa de Nariño aún no ha emitido un pronunciamiento contundente, pero la situación refleja un momento crítico en las relaciones bilaterales. La revocación de la visa a Petro ha generado un debate polarizado en Colombia, donde las opiniones varían desde el rechazo total hasta la defensa de su postura en el ámbito internacional.