Hace unos días, paseando por Pamplona, me encontré con uno de los carteles colocados por el Ayuntamiento para celebrar los 2.100 años transcurridos desde la fundación de Pompaelo. Me chocó el eslogan: “2.100 años de convivencia”. Bonito, desde luego; y expresión de un deseo plausible. Porque ojalá sean de convivencia los próximos 2.100 años; pero, desde el punto de vista histórico, el eslogan no se sostiene.
• Para empezar, Pompeyo puso su campamento junto a un poblado vascón previo, que imagino que no correría buena suerte –decía mi amigo Haritz.
• Eso es la romanización, vaya, ya se presupone. Pero sigamos para adelante.
Y es que, más allá de lo que hicieran los romanos, la Edad Media en Pamplona no fue ni de ciudad ni de convivencia. Los terrenos que son hoy casco histórico estaban d