Paula Ostiz añadió ayer un nuevo capítulo a la historia del ciclismo navarro y, más en concreto, a la historia de los corredores de la comunidad foral en los Mundiales de Ruta.La juvenil obtuvo la octava medalla navarra en estas citas. Ocho medallas que se reparten solo tres ciclistas, y los tres saben qué es enfundarse el maillot arco íris de campeón del mundo.

Induráin, el más laureado

El más brillante y más laureado es, cómo no, Miguel Indurain. El villavés ganó el oro en el Mundial de crono de Tunja (Colombia) en 1995, con la autoridad de ser el mejor contrarrelojista de la época. Y cuántas habría ganado si esta modalidad, instaurada en 1994, hubiera llegado antes a los Mundiales.

Además, visitó tres veces el podio de las pruebas de fondo, con el tercer puesto en 1991 y los segundos

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